Siete maneras de ser Hamlet y despedida de la asignatura

Recuerdo que al principio del blog hablé de que en el instituto di una asignatura que se llamaba Literatura universal y que por esa asignatura decidí adentrarme más en la literatura y las humanidades. Me marcó muchísimo y jamás pensé que volvería a vivir una asignatura con tanta pasión. Pues me equivoqué. Movimientos literarios ha sido la evolución de esa asignatura.

En general las clases me han gustado mucho, pero esta me provocaba un placer especial cuando la daba. Disfruto mucho de la literatura y, si tengo un profesor que disfruta el doble y nos lo transmite, hace que la asignatura tenga un valor especial. 

¿Ha sido difícil mantener el blog al día? Sí. ¿Algunas prácticas me han sacado de mis casillas? También. ¿Lo volvería a repetir todo? Sin lugar a dudas. No soy capaz de asimilar que una asignatura en el primer cuatrimestre de primero me haya gustado tanto. Se supone que en primero están las asignatura que más aburridas pueden ser, pero yo he tenido una que me ha hecho disfrutar día tras día.

El blog creo que ha sido lo que más me ha gustado. No lo he mencionado antes, pero hago contenido literario en las redes sociales y siempre me ha gustado hacer reseñas. Normalmente las aplicaciones te ponen un número máximos de caracteres y tienes que reducir tus pensamientos a pocas palabras cuando hablas de un libro. Aquí he podido expresarme como quería, sin tener que parafrasear para que me dejara publicar y pudiendo poner los comentarios personales que quisiera.

Creo que resulta obvio cuales han sido mis lecturas preferidas y cuales no he disfrutado tanto. Hamlet se ha convertido en uno de mis clásicos favoritos de todos los tiempos. Los pazos de Ulloa y Pepita Jiménez me han hecho descubrir un movimiento tan maravilloso como el naturalismo. Cándido ha conseguido que lea a un ilustrado francés sin aburrirme y Las penas del joven Werther me han mostrado que a veces no controlar tus sentimiento te puede llevar a tomar malas decisiones.

Por otro lado, esta claro que la poesía no es lo mío, así que Garcilaso me resultó bastante indiferente. El tropo de hijastro enamorado de madrastra me ha cansado bastante, así que El castigo sin venganza y Don Carlos, infante de España no las he disfrutado mucho. Cervantes no es santo de mi devoción, lo he dicho varias veces, y La de bringas me parece el ejemplo perfecto de cómo la descripción excesiva puede dañar la trama de una novela. 

Aún así, no hay ninguna obra que sea de las peores que he leído en el año. Ese puesto lo ocupan algunas bazofias que decidí leer por mi cuenta, no sé en qué momento.

Hablemos de Siete manera de ser Hamlet de  Josep Pere Peyró

Terminar la asignatura yendo a ver una reinterpretación de Hamlet, uno de nuestros libros más trabajados, creo que es la mejor manera de cerrar este ciclo.

Siete maneras de ser Hamlet es una interpretación cómica de la obra de Shakespeare, ahondando en distintos estilos de interpretación a lo largo de los siglos para traer al escenario varios fragmentos de la obra. Pere Peyró, autor y único actor de la obra, hace el espectáculo muy cercano e interesante. Se nota todo el conocimiento que tiene del mundo teatral y como lo utiliza para atraer al espectador y mantenerlo el vilo toda la obra. 

Diría que mi Hamlet favorito fue el "Hamlet estudiante pedante" y su teoría del Shakespeare-gato gay, aunque el "Hamlet mafioso" también fue de mis favoritos. Lo que puedo asegurar es que me reí a carcajadas de principio a fin, además de aprender varias técnicas de interpretación que no conocía. Como tenga que estudiarlas en un futuro, tengo claro que las recordaré por esta obra.

Al terminar la obra, el autor nos dio su visión de Hamlet, como el joven que pierde su lugar familiar y entra en crisis porque su mundo no para de cambiar. Es un visión que me gusta mucho de la obra y no me había planteado hasta ahora.

He disfrutado muchísimo de esta asignatura y ojalá sólo sea el primer indicador de que estoy en la carrera correcta.